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Legislatura: 1869-1871 (Cortes Constituyentes de 1869 a 1871) |
Sesión: 23 de abril de 1870 |
Cámara: Congreso de los Diputados |
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Blanc |
Número y páginas del Diario de Sesiones: 264, 7. 402, 7.403 |
Tema: Sucesos de Logroño. Telegramas de Roma |
El Sr. Ministro de ESTADO (Sagasta): Voy a dar una satisfacción a mi amigo el Sr. Blanc; porque es verdad que yo había hecho una indicación a mi compañero el Sr. Figuerola respecto a los sucesos de Logroño, y me cumple dejar las cosas en su verdadero lugar.
Antes de ir el Sr. Blanc a Logroño, me escribieron algunos amigos míos de aquel país sobresaltados, creyendo que el Sr. Blanc iba a excitar las pasiones, ya demasiado excitadas, de los republicanos federales de la Rioja; yo les contesté diciéndoles: " No tengan ustedes cuidado; el Sr. Blanc es uno de los republicanos federales menos federal u yo conozco. Él predicará idea de orden; nada hay que temer por las predicaciones del Sr. Blanc."
Fue el Sr. Blanc, en efecto, a Logroño, y predicó ideas de orden, ideas de respeto a la propiedad, a la autoridad, a la sociedad. Pero algunos republicanos federales de la rioja s quedaron tan asombrados al oír al Sr. Blanc semejantes ideas, que decían llenos de admiración: "¡Pues estamos frescos! Creíamos haber venido a oír un discurso republicano federal, nos encontramos con un sermón de cuaresma."
Y sobre si lo dicho por el Sr. Blanc había sido un sermón de cuaresma o un discurso federal, iban discutiendo varios republicanos federales, no al pueblo distante una legua de Logroño, sino a un barrio de Logroño llamado El cortijo, que está un poco separado del casco de la población, donde vana algunos republicanos federales a sus juntas de federación casi todos los días de fiesta a discutir y a refrescar (El Sr. Blanc pide la palabra para rectificar), y tanto s exasperaron los unos con los otros sobre si lo que el Sr. Blanc había hecho había sido un sermón de cuaresma o un discurso republicano federal, que vinieron a las manos, y de la cuestión resultaron siete heridos y dos muertos. (El Sr. Blanc: ¡Cómo crecen!) No crecen: son cinco heridos graves, dos muertos y además dos contusos; es decir, tanta gente entre contusos, heridos y muertos como en una batalla.
Esta es la verdad de la cosa: el hecho no sucedió en Logroño, tiene razón el Sr. Blanc; pero sucedió en El Cortijo, que es un barrio de Logroño, a donde algunos republicanos federales fueron alegremente a celebrar la fiesta republicana federal que acababan de presenciar, con ese orden admirable que llaman orden republicano federal.
El Sr. Ministro de ESTADO (Sagasta): El Sr. Blanc no ha hecho bien interpretando de la manera que lo ha hecho ciertas expresiones mías; y he referido un hecho que es público y que todo el que ha estado en Logroño lo sabe. Allí algunos republicanos federales, no he dicho que todos, han tomado la costumbre de ir de vez en cuando al citado barrio, que está situado perfectamente y a una distancia muy cómoda, a solazarse, y a refrescar; no he dicho con qué, sin con esa horchata que s.s. dice que no es [7402] blanca o con otra cosa; cada uno refresca con aquello que sea más de su agrado. Por consecuencia, no he inferido ofensa a nadie con dicha expresión.
He dicho que al volver algunos republicanos federales ese día al Cortijo, ocurrió el hecho que se ha referido y que lamento mucho, porque soy amante de aquel país; en él he nacido, en él tengo mi familia y mis afecciones, y me causan gran dolor esos desastres. Y aunque agradezco a S.S., como debe agradecérselo todo buen español, las buenas ideas que ha emitido en Logroño, lamento de veras su viaje a mi país,, porque, francamente, si cada vez que S.S. va a predicar a sus correligionarios obtienen ese resultado sus predicaciones, pido a Dios que no vuelva más a La Rioja, porque si vuelve muchas veces, va a despoblar aquel hermoso país. (Risas.)