La calidad y seguridad de los cuidados, dimensiones claves de la calidad asistencial, son el resultado de un conjunto de valores, actitudes, competencias y actuaciones de todos los profesionales de la salud y en especial como profesionales del cuidado de los graduados en enfermería. La calidad de los cuidados y la seguridad clínica han entrado a formar parte de la agenda de trabajo de los principales organismos internacionales y nacionales relacionados con la organización de la actividad asistencial, tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Joint Commission on Accreditation of Healthcare y la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud. La OMS, junto con varios representantes de diversos sectores de sus países miembros, ha dado a conocer la “Alianza Mundial para la Seguridad de los Pacientes”, una iniciativa destinada a reducir las consecuencias negativas (enfermedades, daños y fallecimientos) que se registran en los pacientes que se encuentran recibiendo cuidados sanitarios y que ha suscitado la adhesión de un numero notable de países de todos los continentes. El consejo de Europa, a su vez, ha desarrollado múltiples iniciativas en Seguridad y Calidad de Pacientes y existe un consenso entre los países miembros de estas instituciones para el desarrollo de actuaciones y programas nacionales en base a las recomendaciones y líneas de trabajo emitidas. Las líneas prioritarias de actuación, de estos organismos, se enmarcan en un conocimiento adecuado de la metodología profesional así como de la detección de los riesgos asistenciales, la eliminación de los prescindibles y la prevención y protección de aquellos que hay que asumir de forma inevitable.
La calidad y seguridad depende de múltiples factores como son la formación de los profesionales, la metodología aplicada, la adecuación de recursos, las instalaciones, los equipos técnicos, la existencia de protocolos, procedimientos y guías de intervención normalizadas bajo metodologías de base científico-técnicas, la documentación, la comunicación y por supuesto, el factor humano. La capacitación y especialización profesional, una estructura, organización y unas condiciones de trabajo adecuadas reducen la importancia del factor humano en la génesis de los riesgos y eventos adversos.
A nivel metodológico, a toma de decisiones clínicas, elección de cuidados y desarrollo de intervenciones basadas en argumentos científicos constituyen una exigencia general en las sociedades avanzadas, para todas y cada una de las ciencias y disciplinas. La ausencia del rigor científico necesario en las actuaciones propias de cualquier profesión acarrea graves implicaciones, no ya sólo sociales (en cuanto a reconocimiento, valoración o remuneración), sino también legales (denuncias por mala praxis) y profesionales (letargo y “extinción” de la profesión). La Enfermería, no queda fuera de esta necesidad de utilización de metodología científica, y asumiendo su responsabilidad como disciplina sanitaria independiente, desarrolla estrategias metodológicas disciplinares para su práctica profesional diaria, colaborando de esta manera indiscutiblemente a la promoción de la calidad y seguridad asistencial, garantizando la calidad del acto profesional, mejorando su efectividad, eficiencia y seguridad y proporcionando al profesional una garantía de buena práctica.
La asignatura de “Calidad y seguridad de los cuidados”, pretende sensibilizar a los alumnos sobre las cuestiones de calidad de los cuidados y seguridad clínica. Desde la perspectiva metodológica enfermera, capacitar en la selección, justificación y aplicación, de intervenciones de enfermería –fundamentadas en el proceso enfermero-, que promuevan actuaciones dirigidas a mejorar la calidad y seguridad asistencial basándose en los principios de orientación al paciente y de mejora continua.