Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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PRESENTACIÓN

No ha habido, ni seguramente habrá, político español con una trayectoria semejante a la de Práxedes Mateo-Sagasta. Este político y estadista riojano estuvo en la primera fila de la política española desde el año 1854 hasta el mismo año de su muerte en 1903. En esos casi 50 años fue diputado en 16 Cortes y 34 legislaturas, presidente del Congreso e, incansablemente, del Gobierno (siete veces) con dos dinastías, las de Saboya y Borbón. Sólo en las Cortes Españolas se cuentan cerca de 2.500 intervenciones parlamentarias suyas. Sus discursos son, no cabe duda, un documento de primerísima mano para seguir y conocer la historia de la España de la segunda mitad del siglo XIX.

Su vida pública coincide, además, con la llamada "edad de oro" de la oratoria política española, "el siglo de la oratoria española", como lo llama Mª Cruz Seoane. Es la época de Cánovas del Castillo, Castelar, Echegaray, Moret, Olózaga, Ríos Rosas y tantos otros oradores calificados siempre de insignes, pero faltos, en la mayoría de los casos, de un análisis retórico general de sus discursos, que ni siquiera cuentan con ediciones accesibles y manejables.

Y es que, desde la perspectiva tanto política como literaria, ha pesado sobre esta oratoria una no demasiado buena fama. Pero, afortunadamente, se van publicando cada vez más trabajos y ediciones que, al cabo, permitirán justipreciar el valor de esa oratoria y considerar su importancia en la conformación y enriquecimiento de la prosa artística española contemporánea:

A quien suscribe le ha cabido el honor de dirigir un equipo de investigadores que se ha acercado a los discursos parlamentarios de Sagasta desde la perspectiva del filólogo y del historiador. Gracias al apoyo del Ministerio de Educación y Ciencia, del FEDER y del Instituto de Estudios Riojanos, los filólogos (José Antonio Caballero, Jorge Fernández, Honoria Calvo, Inmaculada Peralta, Rebeca Lázaro, María Sáenz y Nuria Ruiz) y los historidadores (José Miguel Delgado, José Luis Ollero, Gonzalo Capellán y Rebeca Viguera) del equipo hemos llevado a cabo diversos estudios sobre Sagasta en relación con la historia política, la historia de los conceptos, la opinión pública y la retórica. Pero nos habíamos propuesto, antes que nada, hacer asequibles sus discursos parlamentarios tanto a los investigadores de la historia, como fuente de primera mano que son, como a los estudiosos de la retórica y de la oratoria, uno de los géneros literarios, como se ha dicho, más injustamente olvidados del siglo XIX español.

El primer y más importante resultado práctico de nuestro proyecto es, en consecuencia, esta colación y edición en formato electrónico de todas las intervenciones parlamentarias que Práxedes Mateo-Sagasta realizó entre los años 1854 y 1902 tanto en el Congreso de los Diputados como en el Seando. El objetivo ha sido facilitar al máximo la consulta de este tesoro documental con el fin de contribuir a la mejor comprensión de la brillante trayectoria política de Sagasta. Los investigadores y las personas interesadas, de acuerdo con sus ámbitos científicos o su curiosidad, podrán realizar todo tipo de búsquedas por medio del motor habilitado al efecto. Queremos dejar constancia aquí de nuestro agradecimiento a las personas que tan diligentemente nos han atendido siempre en el Archivo Histórico del Congreso de los Diputados, al Taller Digital de la Universidad de Alicante que ha realizado el trabajo técnico, a Cristina Aragón del Servicio Informático de la Universidad de La Rioja por su supervisión y asesoramiento y a la Fundación Práxedes Mateo-Sagasta por acogernos en su página web.

Refiriéndose a Sagasta, en fin, Francisco Cañamaque, contemporáneo suyo y privilegiado observador de la oratoria parlamentaria del momento, escribía en 1879: “Tiene fuego, electricidad, mucha electricidad en su palabra y en su persona. Tiene, sobre todo, algo que cautiva, que retiene, que agrada, que regocija interiormente como pocos oradores, quizá como ninguno. Enérgico y apasionado, joven su espíritu aunque canosa su barba, da a todo lo que dice tal expresión, tal arte, tal intención política, que uno no puede menos de exclamar: ¡Bien, muy bien por D. Práxedes!, y nadie quisiera encontrarse en el pellejo de sus adversarios”. Y nosotros, desde luego, no le vamos a contradecir.

José Antonio Caballero López